Últimamente no me siento totalmente satisfecha con las respuestas que les doy a mis estudiantes sobre “esas cuestiones incómodas” que nos plantean en el aula; quizás el perfil del alumno esté cambiando o es el mío el que lo hace. En fin, tengo mis dudas, así que me parece una buena idea traer aquí el asunto e intercambiar reflexiones.
¿A qué me refiero con cuestiones incómodas?
Se trata de observaciones sobre el aprendizaje que nos plantean repetidamente nuestros alumnos en clase. Los que llevamos unos años en esto hemos aprendido a responder de forma elaborada y convincente. Posiblemente penséis que tenéis controlado el tema y que vuestras respuestas satisfacen a vuestros interlocutores, no digo lo contrario. Es lo que pensaba yo hasta hace poco, hasta que empecé a tener dudas. Podría referirme a muchos aspectos del aprendizaje pero empecemos por “un clásico”: el nivel de los estudiantes y pasar de nivel.
¿Os suenan los siguientes comentarios?
- Yo tengo un A2 y en un mes tengo que llegar a un C1 porque tengo que pasar un examen, pero como soy buena estudiante y tengo seis horas de clase al día seguro que puedo.
- Esto que damos en clase ya lo di el año pasado y me lo sé ¿puedo subir de nivel?
- Si no doy algo nuevo al día (presentación del lenguaje) estoy perdiendo mi tiempo y mi dinero.
- Si me das la gramática rápidamente yo la practico en mi casa o en la calle y podría de pasar de nivel antes.
Cada vez más entran en nuestras escuelas estudiantes con gran experiencia en el aprendizaje de lenguas extranjeras que demuestran gran seguridad en cómo y qué quieren aprender. Influidos por la cultura del trabajo duro, la rentabilidad y resultados rápidos no se conforman con cualquier explicación ni con respuestas prefabricadas. Confieso que la exigencia de rapidez en el aprendizaje que nos exigen me atormenta en ocasiones porque afecta muy directamente al sistema de trabajo en el que creo.
Estas cuestiones referentes al nivel de una lengua reflejan creencias firmemente arraigadas en muchos estudiantes sobre las que hay que trabajar concienzudamente. Son creencias basadas en la necesidad de hacer actividades estructurales para desarrollar la competencia lingüística que, en muchas ocasiones, entienden como el conocimiento de la gramática descontextualizada.
A todos los estudiantes les suena cada vez más el nombre de los niveles, ¿pero saben con claridad en qué consisten? Lo que sí saben es que quieren pasar de uno a otro rápidamente para conseguir sus fines relacionados con el trabajo o sus escuelas de origen.
Mis respuestas a estas cuestiones suelen ser estas:
- El tiempo adecuado que necesitamos para aprender eficazmente no es el mismo para cada persona, pero sí hay una clasificación general de referencia que debemos conocer. Avanzar muy rápidamente en el aula puede ser, a la larga, muy poco rentable y mucho más caro.
- Aprender una lengua implica llegar a usarla en ámbitos diferentes y desarrollar competencias y habilidades.
- Es frecuente que las competencias y destrezas de los aprendientes no estén equilibradas de tal manera que nuestras clases no funcionan como compartimentos estancos en los que clasificamos a los estudiantes que comparten exactamente los mismo saberes y habilidades Cada estudiante tiene su propia interlengua y participa de diferente manera en el proceso de aprendizaje, que, por otra parte, no es una línea continua recta ininterrumpida hacia el C2, más bien podríamos pensar en círculos concéntricos sobre los que se avanza de forma irregular, con sinuosidades y curvas.
- En definitiva, saber la gramática implica poder usarla en contexto y en ámbitos específicos, si no puedes hacer esto, entonces no tienes el nivel que corresponde ese contenido gramatical.
- Y para terminar, llegar a tener un nivel alto en una lengua extranjera debe ser un reto personal y una aventura compartida sugerente, gratificante e interesante, no una etiqueta social de prestigio.
¿Alguna sugerencia?

Concha Wenger
Profesora de español y formadora de profesores, CLIC IH Cádiz
Concha es profesora de español y formadora de profesores en Clic International House Cádiz.
Si quieres, puedes leer otras contribuciones suyas en este blog.
¡Ay Concha! esto nos pasa continuamente en nuestra escuela. Yo creo que puede ayudar que conozcan los objetivos por niveles que plantea el MCER para que puedan autoevaluarse y que se den cuenta, de que, en efecto, llegar a un nivel C1 implica un desarrollo de su competencia comunicativa muy superior al mero conocimiento de aspectos gramaticales ¡que por desgracia, siguen demandando como único objetivo en ocasiones! Estaría bien tenerlos colgados en nuestras aulas.
Y también puede ayudarnos a hacerles más conscientes hacer algún examen DELE en clase (o como tarea).
Es una buena idea Berta, quizás deberíamos trabajar más con el MCER y el concepto de competencia como parte de nuestra labor diaria.
A mí también me atormentan comentarios de este tipo. El año pasado estuve trabajando en una institución que decidió hacer un calendario muy extraño para las clases, con periodos de un mes entre medias, y con exámenes cada seis sesiones de hora y media. Por más que les explicaba a los estudiantes que es IMPOSIBLE pasar de nivel, nada más empezar a estudiar español, después de 9 horas de clase, espaciadas a lo largo de los meses, no terminaban de creerme.
Cada estudiante es un mundo y el aprendizaje de lenguas es un camino que no se termina nunca. Yo misma como aprendiente me enfrento a las mismas dudas o dificultades que ellos me plantean. Creo, de todas formas, que nuestras respuestas parten del supuesto de que nuestros estudiantes tienen el derecho a fallar, a tener dudas, a equivocarse… mientras que en su mayoría han sido educados en un sistema educativo en el que todas estas cosas les están vedadas, porque tienen que sacar buenas notas, y no solo aprobar, y un 7 es una nota muy mala, y…
Totalmente de acuerdo, Alicia. Me siento agradecida por el hecho de que mis estudiantes planteen estas cuestiones en clase porque significa que piensan y reflexionan sobre cómo aprender. Por otro lado, he trabajado mucho para abandonar la actitud de profesora poseedora de la verdad absoluta en el aula, así que no debería atormentarme.
En realidad, mi preocupación girar en torno al concepto de tiempo que necesita un proceso de aprendizaje real y efectivo, como muy bien dices, aprender no es aprobar exámenes (o no únicamente) y recibir certificados. Últimamente me encuentro con estudiantes (especialmente jóvenes) muy presionados por la prisa y la necesidad de obtener resultados rápidos en un mundo acelerado.