El misterio es sin duda uno de las cosas que más nos empujan a ser curiosos. ¿Qué pensaríais si os digo que podemos utilizar este elemento como recurso en una clase ELE? ¿Qué pensaríais si os digo que existe un juego perfecto para esto? La respuesta es Black Stories, juego que nos adentra en cincuenta diferentes misterios para ser descifrados de manera colaborativa.

Instrucciones

El juego viene con cincuenta tarjetas. En la parte delantera de cada una tenemos el misterio que deben descifrar los estudiantes: una ilustración y una frase enigmática. En la parte trasera tenemos la explicación detallada del misterio a la que solo tendrá acceso un jugador, al que denominamos el guardián del misterio. Todos los demás tratarán de encontrar la explicación del misterio haciéndole preguntas al guardián que solo podrá responder con un sí o un no.

En el aula

A mí personalmente me encanta echarle mucho teatro: Preparo en el proyector la portada del juego (descargable en la página web) para contextualizar. Después elijo una música que promueva un ambiente de intriga y les doy las instrucciones. A continuación pongo en la pantalla una de las cartas escaneadas con un misterio que sea muy fácil de descifrar y entre todos resolvemos el enigma. Dado el modelo, ya solo nos falta empezar a jugar, a divertirnos, a hablar español.

Por turnos, los estudiantes repetirán el modelo: elegirán una carta y todos los demás le harán preguntas. Es muy importante asegurarse de que el jugador que hace de guardián entiende perfectamente la explicación de la carta. Si no la entiende, el juego fracasará sin ni siquiera haber empezado.

Igualmente importante es haber seleccionado anteriormente las tarjetas que se van a usar, ya que algunos misterios son verdaderamente enrevesados y solo lograrían que los alumnos se frustraran. Una vez comenzado el juego empezamos la competición incentivados por la curiosidad y las ganas de ser los primeros en dar con la respuesta.

Se suceden las ideas, las explicaciones, las hipótesis, las preguntas mal formuladas que se tienen que reformular (recordad que el guardián solo responde sí o no) y las ganas de alzarse con la victoria aumentan.

Recomiendo tener mucho cuidado con el tiempo. Tardar demasiado en encontrar la explicación a un misterio tiene un efecto bastante negativo en los estudiantes, se cansan y en seguida o quieren cambiar de tarjeta o quieren saber la solución. Si vemos que se va a demorar, el guardián puede empezar a dar algunas pistas. ¡Mucho cuidado con esto!

Una opción que funciona bastante bien es, después de haber jugado un poco y sabiendo que los alumnos conocen perfectamente la dinámica del juego, pedirles a ellos que creen sus propias tarjetas. Pueden usar su imaginación o una leyenda urbana de su país o ciudad, por ejemplo. Las posibilidades del juego crecen y abrimos un nuevo abanico de posibilidades. Incluso, si hay un artista en nuestra clase podemos pedirle que dibuje las ilustraciones para nuestra nueva versión.

Lo que me encanta de este juego es que es cooperativo: todos compiten y todos se ayudan. ¿Quién hará la pregunta adecuada? ¿Quién resolverá el misterio? Ya lo veremos, ¿no?

Derechos de la imagen de este artículo: Brandon Anderson.

Alejandro Tinoco

Jefe de estudios y profesor de español , CLIC IH Cádiz

Alejandro es el jefe del departamento de español de Clic International House Cádiz y ha realizado el máster de enseñanza del español en la UCA.

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