El aprendizaje a distancia es cada vez una de las opciones más demandadas por los alumnos. La falta de tiempo, de recursos económicos o la distancia geográfica son factores que, junto al desarrollo que las nuevas tecnologías han experimentado en los últimos años, han contribuido a ello.

Son muchas las ventajas que esta modalidad educativa presenta: el poder acceder a ella desde cualquier lugar, la flexibilidad de horarios (el estudiante puede gestionar su trabajo según su propio ritmo), su bajo costo, se incorporan herramientas tecnológicas necesarias para desenvolverse en una sociedad como la actual, favorece la autonomía del estudiante (le enseña a aprender, a desarrollar sus estrategias de aprendizaje)…

Sin embargo,  también tiene algunas desventajas, por ejemplo, para aquellas personas más tradicionales a la hora de aprender, esta forma de aprendizaje requiere por parte de ellos un gran esfuerzo para adaptarse que se traduce asimismo en tiempo extra que deben invertir.

Uno de los inconvenientes en los que la mayoría de profesores y discentes coincide en que no permite la interacción “cercana” entre el docente y el alumno, así como entre los propios compañeros, todo esto puede repercutir de manera negativa en la motivación del estudiante y provocar su aislamiento.

La enseñanza en streaming reduce esas desventajas de las que hablábamos, ya que la transmisión de contenidos y la comunicación puede ser tanto en tiempo real como posterior a su carga o grabación, por lo que la interacción entre los alumnos y el profesor es tan directa como en una clase presencial.

Esta modalidad es cada vez más común en las universidades escandinavas donde los alumnos presenciales comparten clase con estudiantes que han elegido esta manera de cursar sus estudios a distancia. Todos los participantes se conectan a través de una plataforma, desde la cual podrán comunicarse  entre ellos y con su profesor así como acceder a los documentos colgados por el docente u otro miembro del grupo.

El mayor inconveniente es que ya no es tan flexible, pues las clases tienen un horario fijo, preestablecido por el centro, sin embargo, sigue ofreciendo cierta flexibilidad debido a que las sesiones pueden ser grabadas y colgadas en la plataforma, de manera que se puede acceder a ellas siempre que se quiera.

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Elena Rodríguez Martín

Profesora de español y formadora de profesores, CLIC IH Sevilla

Licenciada en Filología Hispánica y Máster de ELE por la universidad Pablo de Olavide. Profesora de español y Formadora de profesores.

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