Vamos en el coche, escuchamos un tema musical y, como por arte de magia, de manera inconsciente, se activan en nuestra memoria una suerte de recuerdos ligados a nuestra propia vida. Según una investigación iniciada en 2013 por un grupo de psicólogos de Granada, la memoria musical se resiste a desaparecer en los enfermos de Alzheimer y es una alternativa no farmacológica para mejorar el bienestar de cualquier tipo de demencia senil. El proyecto titulado Música para despertar ha sido el ganador de los VII Premios Jóvenes Emprendedores Sociales de la Universidad Europea.
Los creadores de este proyecto se basaron en el sorprendente documental norteamericano titulado Alive Inside, un trabajo que no puedes dejar de ver, porque es algo sorprendente. En este documental se nos explica que se observan mejoras en el estado físico y emocional de cualquiera que experimente esas sensaciones que recrea la música, esas intensas emociones, que nos hacen sentirnos protagonistas y únicos dentro de nuestra sociedad.
Así pues, podemos diseñar una clase de español donde suene todo tipo de música ligada a la propia biografía de cada uno de nuestros estudiantes: su infancia, su adolescencia, su etapa estudiantil, la banda sonora de sus padres o de sus abuelos, alguna etapa crucial en su vida, una estancia en el extranjero, un viaje que le trae muy buenos recuerdos, un momento determinante en la historia de sus país, entre otros ejemplos.
El profesor podría empezar proponiendo un modelo de lengua y de realización de la tarea objetivos de la clase. En mi caso, elegiría este tema musical de Demis Roussos y propondría un texto similar a este:
Cada vez que oigo esta canción de Demis Roussos me viene a la memoria el cursillo de natación que hice con 10 años en la piscina municipal de mi pueblo. Nos levantábamos tan temprano y el agua estaba tan fría que yo siempre me quedaba el último de la fila. El entrenador, que se llamaba Alejandro, me decía: “Orta, te tiras tú o te tiro yo”. Más que aprender a nadar, aprendí a no hundirme. Justo cuando llegaba la hora de poder disfrutar de la piscina sin la presencia del entrenador, abrían el bar de la piscina y siempre sonaba esta canción en una máquina pinchadiscos. Era la canción de muestra para animar a otros clientes a echar un duro (cinco pesetas) y seleccionar otros temas musicales. La asocio siempre con saltos en la piscina con mis amigos el Pincho, el Peonza, el Cabra. Hace mucho que nos los veo pero siempre me acuerdo de los bocadillos de tortilla que nos comíamos mientras sonaba una y otra vez este Triki, triki, triki maravilloso».
¿Y tú, tienes alguna banda sonora que quieras compartir?
Derechos de la imagen de este artículo: Pexels.

Antonio Orta
Responsable del departamento de español de Clic International House Sevilla
Antonio Orta es director del departamento de formación de profesores de Clic International House Sevilla. Licenciado en Filología Hispánica y Doctor en Lenguas Modernas y Español como Lengua Extranjera. Profesor colaborador en programas de posgrado de las universidades Pablo Olavide, Valencia y Barcelona. Coautor de Soy profesor/a. Aprender a enseñar de la editorial Edelsa y de La formación del profesorado de español: innovación y reto de la editorial Difusión.
Si quieres, puedes leer otras contribuciones suyas en este blog.
¡Me encanta! Me encanta descubrir cosas que «sabes» que están ahí, que son ciertas, que en seguida reconoces como verdaderas, aunque nunca las hayas practicado. Se trata de cuestiones que nunca te has planteado, que no te has parado a dar forma, pero que ¡oh, vida maravillosa!, ¡por supuesto que existen! Están ahí cerca: pasados la rigidez y el academicismo, a la derecha. Y no hay más que alargar un poco la mano y la imaginación para disponer de ellas.
Otro ejemplo más que encuentro en este blog de cómo despertar en el alumnado esa chispa necesaria para hacerlos receptivos, para que aprendan disfrutando. En este caso, además, tendrán la oportunidad de demostrar y desarrollar por escrito sus sentimientos. Se puede trabajar vocabulario, estructuras gramaticales, tiempo verbales… Una magnífica idea.
Resulta muy interesante el papel que juega la música en el aprendizaje de idiomas. Uno de los principales motivos que me llevó a estudiar Filología Inglesa fue ver los videoclips en MTV de mis bandas favoritas y querer saber y comprender qué decían.
¡Qué bonito recuerdo y qué poderoso comprobar cómo la música puede hacernos conectar con emociones y recuerdos de los que no somos conscientes! Pensar en ello como una herramienta de aprendizaje me resulta muy bonito. Por otro lado, permitir que en el aula haya espacio para todo esto, humaniza el proceso de aprendizaje y considero que fomenta que cada alumno encuentre su hueco, convirtiendo la afectividad en efectividad.
Me gusta, Paula, la idea de convertir la afectividad en efectividad:)
Quinto de primaria, la señorita Eva, con su acento finolis llega a mi pueblo.
Al principio nos chirriaba, a todos los de la clase nos resultaba rara, por poco común para nosotros, aquella forma de hablar que hacía que escucháramos una `s´ continua desde que abría la boca. Sin embargo, esa sensación de maestra fría y distante, seria y seca con la que vino, fue cambiando cuando nos presentó su taller de pintura como actividad extraescolar. Y es que estábamos tan aburridos de aquellas interminables clases de matemáticas o lengua que aquello nos vino como agua de mayo…
«Las cuatro estaciones de Vivaldi y una cascada de sentimientos´´ era el tema central de ese taller que duró varias clases. Lo que creíamos que iba a ser un taller para aprender técnicas de pintura, se convirtió en un talle de pintura musical.
Cuando escucho esa música, mi memoria hiponoética (como decimos en Antropología) se activa hasta el punto de que puedo desplazarme hasta aquella clase espaciosa y luminosa, y sentir la música y el olor de las pinturas; puedo ver cómo mis compañeros se disponen para comenzar a pintar y escucho las instrucciones de la señorita Eva… ¡Era
tan divertido y relajante!
Todo lo que pintábamos en aquellos láminas no era otra cosa que nuestras emociones, sensanciones y vivencias que revivíamos al escuchar a Vivaldi.
Fue un ejemplo de clase afectiva y efectiva; aprendimos no solo sobre pintura y música clásica, también fuimos capaces de abrirnos los unos con los otros, fuimos capaces de empatizar y de compartir sentimientos. A partir de este taller la señorita Eva nuca dejó de sorprendernos.
Curiosa anécdota la de la señorita Eva. Cuando nos hacemos mayores hay profesores que nos quedan grabados en la memoria. Creo que eso es lo más gratificante para cualquier profesor:)
Muy interesante, recuerdo que aprendí el uso del whatever, wherever, whoever, etc en inglés con una canción de Brian Adams ( que ni siquiera me gustaba), por lo que se que funciona. Lo pondré en práctica
Cierto, Javier.
El poco francés que sé no se me olvida por la canción de Jacques Brel: Ne Me Quitte Pas:)
Hay un álbum del grupo «The Corrs», concretamente «In Blue» que me trae muchos recuerdos de mi primer viaje a Irlanda, un verano en Galway. En el año 1999 no existían o al menos yo no tenía un MP3. Siemre iba de un lado a otro escuchando música con un discman. Es curioso, porque no recuerdo quién me regaló ese CD, ni como llegó a mis manos, si desde entonces comencé a escuchar The Corrs, o ya los escuchaba de antes, pero tengo imágenes muy claras de estar en sitios concretos (por las mañanas andando a la escuela o comprando…..) y estar escuchando la canción Breathless o when the stars go blue.
Era la primera vez que me montaba en un avión, la primera vez que viajaba sola, que iba al extranjero, que conocí a gente de todo el mundo, que comencé a estudiar inglés…… nuevas sensaciones, sentimientos….. habían caciones que bien por el ritmo o letra me animaban, siempre he pensado que mi viaje a Galway se llama The Corrs.
Hola Desiree,
Hay músicas que nos atan al tiempo y nos hacen recordar mejor de dónde venimos:)
Deseando poder aplicar esto a mis futuras clases. La música siempre me ha acompañado y quiero hacer participe a mis alumnos de ellos y crearles nuevas asociaciones. Ya rondan algunas ideas en mi cabeza..
Tienes razón, Carolina. Y lo más interesante es que los alumnos compartan entre ellos y contigo sus vivencias a través de la música:)
Hola Rocío,
¡Qué tema tan sinfónico y a la vez melódico! Esa misma canción me trae recuerdos de las fiestas del instituto. Ponían el tema cuando ya se estba acabando la fiesta y quedábamos los rezagados. En la parte final empezábamos a dar saltos y al terminar desconectábamos el equipo y empezábamos a recoger:)
Yo también tengo una canción que me trae a la memoria muy buenos recuerdos. Parece que fue ayer cuando odiaba los idiomas y suspendia inglés en el colegio. Siempre agradeceré a mi madre que me apuntase a clases particulares. No eran clases particulares normales. Las impartía una chica en su casa, su nombre es Carmen. Los primeros días me parecieron super aburridos hasta que ella supo captar mi atención. Me enseñó a amar aún mas mis canciones y películas favoritas. Aún recuerdo entre lágrimas lo que para mí significó traducir «Rapsodia bohemia» de Freddy Mercury. Cada vez que escucho esta canción en concreto me acuerdo de ella y de todos los momentos de risas y enfados que vivimos juntas. Ahora puedo decir super orgullosa que además de profe es amiga mía. Ella fue la que me hizo ver el idioma con otros ojos y creo que en gran parte gracias a ella hoy soy quien soy.
Completamente de acuerdo, en tanto consideramos la música un lenguaje universal. Recuerdo que una de las tácticas más comunes para aprender otra lengua es traducir aquellas canciones que te gustan del idioma objetivo, pues quieres conocer la letra de esas canciones que tantas emociones despiertan. De pipiolo, me esforzaba en saber -aunque lo intuía- qué quisieron trasmitir U2 con ‘With Or Without You’; de mayor me afano igualmente con ‘Altató’ de Márta Sebestyén, o ‘Man O To’ de Nu. Muy buena recomendación, ¡la apunto para el futuro!
Lo mejor de usar canciones en el aula es que los alumnos se centran en el significado más que en la forma. Quieren saber lo que «dice la canción » y menos «cómo lo dice». Esto es uno de los puntos fundamentales de la comunicación genuina. Por otro lado, si revive parte de tu memoria afectiva tiene todas las papeletas para que los alumnos se sientan implicados en la actividad.