La responsabilidad que recae sobre los profesores es reconocida por la sociedad en general. Sin embargo, muchos docentes vivimos nuestra profesión sin el reflejo del respeto y la estima que nuestra labor debería producir.
Esta situación ha hecho que muchos profesores caigan en el desánimo y la apatía. Reconociendo esta realidad creo que ha llegado el momento de que los profesores aceptemos nuestra propia responsabilidad en esta situación y nos liberemos del pesimismo que nos rodea.
Para esto iniciar actividades que nos conecten con nuestro cuerpo, con nuestras emociones y nos ayuden a expresarlas; crear espacios de silencio y aquietamiento a diario; realizar lecturas y cursos que nos lleven a desarrollar nuestras capacidades, nos van a ayudar a ser mejores personas pero también a ser profesores más conscientes de los procesos implicados en el aprendizaje.
Al final, todo se reduce a eso: consciencia y servicio.
1. Antes de entrar en el aula: prepárate física, mental y anímicamente. Puedes realizar algunas respiraciones profundas; meditar durante algunos minutos o repetir afirmaciones positivas. Visualiza un ambiente relajado y armónico donde todos os expresáis tal como sois y donde podéis desarrollar vuestras capacidades.
2. Al inicio de la clase: dedica unos minutos a establecer relaciones personales. Recuerda que antes que profesores y alumnos somos seres humanos compartiendo tiempo y espacio, es decir, momentos de vida, con unos objetivos comunes: aprender una lengua para comunicar; comunicar para conocer a otras personas y otras culturas; conocer para comprender y valorar lo distinto, lo diferente. Interésate por ellos, hazles preguntas, conócelos, despierta sus emociones positivas (lo mejor del día anterior fue…, etc.) y comparte con ellos las tuyas.
3. Durante la clase: ten contacto con tu respiración, eso nos hace estar más presentes. Intenta respirar de manera pausada y acompasada. Si estás nervioso, alargar la espiración te ayudará a relajarte. Si, por el contrario, estás soñoliento, alargar la inspiración, te despertará.
Si no nos ocupamos de nosotros mismos, difícilmente podremos hacerlo de los demás y si no estás presente en tu cuerpo, si no tienes consciencia de ti, tampoco estarás plenamente consciente de todo lo que ocurre en el aula.
4. No pierdas de vista tus emociones, es lo más contagioso que existe. Influyen en nuestra fisiología, en nuestros pensamientos, en nuestro comportamiento, en la relación con los demás y en nuestra salud. No podemos cambiar los acontecimientos que nos ocurren pero sí nuestra respuesta ante ellos.
5. Evita juzgar o etiquetar a tus alumnos. Permíteles que te sorprendan y déjate sorprender. No siempre las cosas, y mucho menos las personas, son tal como parecen.
6. Mantén una actitud positiva hacia tus estudiantes, hacia tus compañeros y hacia la lengua y la cultura objeto de estudio.
7. Después de la sesión: agradéceles la clase a tus alumnos, dales las gracias por la oportunidad de aprender que te brindan. Recuerda que los profesores solo tenemos dos opciones en el aula: unas veces tenemos éxito y otras aprendemos. En ambos casos tenemos que estar agradecidos. Solo así estarás preparado para tu siguiente clase.
Créditos de la imagen de este artículo: Sherman Geronimo-Tan.

Reyes Ortega
Profesora de español y formadora de profesores, CLIC IH Sevilla
Licenciada en Geografía e Historia y Máster de ELE por la universidad de Barcelona. Formadora de profesores y profesora en el máster de ELE de la universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Autora de materiales didácticos para formacionele.com.
Si quieres, puedes leer otras contribuciones suyas en este blog.
He de decir que estoy de acuerdo con todo lo que se menciona en esta reflexión. Es una pena que en nuestro país una figura tan importante como es la del profesor no sea valorada como se merece, pero como bien afirma Reyes Ortega, es muy importante ser positivo y seguir luchando por causas que merezcan la pena, como lo es la educación. Por otro lado, también me gustaría compartir, tal y como aprendí en un curso de Locución y Expresión Oral, que además de la respiración también es importante ejercitar la musculatura, tanto facial como corporal y que existen múltiples técnicas para hacerlo. Una musculatura relajada y entrenada supone relajación y mejor articulación de los sonidos, lo que resulta esencial a la hora de hablar en público. Eso es algo que a menudo pasamos por alto (yo incluida) y que deberíamos tener muy en cuenta para cualquier ámbito de la vida diaria, al igual que el control de la respiración, como bien comenta Reyes.
Cuando pienso en los mejores profesores que he tenido a lo largo de mis años de estudiante, paralelamente aparecen sentimientos de afecto. Recuerdo especialmente a Cayetano, mi profesor de griego en el instituto, todo amabilidad, voz dulce y tranquila. Aún puedo oir mi nombre con su voz encabezando una frase cuando se dirigía a mi. No creo que Cayetano hiciera meditación o que conociera a Eckhart Tolle pero su manera de estar en el aula transmitía respeto y confianza, y el amor que sentía por la lengua que enseñaba era contagioso, allí, entonces. No soy el único de sus estudiantes en afirmar que Cayetano es un referente en nuestra experiencia docente, aquí y ahora.
En mi caso cabría destacar el hecho de crear lazos reales con los alumnos, ya que ellos son los verdaderos protagonistas. Darles el espacio y la oportunidad de darse a conocer es clave para un intercambio exitoso a la hora de aprender. Parecer obvio pero es algo de lo que no se suele disfrutar en clases ordinarias, al menos bajo mi experiencia.
Tendré que poner en práctica los ejercicios de respiración porque sin duda el pánico se apoderará de mí en las clases prácticas.
Gracias por el artículo.
Considero muy importante dar gracias por la oportunidad de aprender que te brindan los estudiantes.
Gracias por el artículo, muy interesante.
Gracias por consejos muy valiosos y importantes. En mí país todos los días se escucha en la televisión sobre profesores que se sienten mal porque tienen mucho estrés, además alumnos no respetan al profesores. Yo pienso que el problema sería menos frecuente si los profesores tuvieran mas conocimientos sobre el comportamiento en el aula – como actuar en el aula.
El punto 2 me interesa más. Es verdad que dura más o menos 2 minutos a establecer relaciones personales. Puedo reconocerlo desde mi tiempo como estudiante en la escuela. Los estudiantes ya sabían como podían comportarse en el aula con este maestro. También es importante que el profesor recuerde que todos los alumnos son diferentes, vienen de diferentes culturas y familias. Algunos alumnos pueden tener una vida con mucha adversidad y por eso se comportan malo. Entonces es importante que el profesor vea al los alumnos como personas. Quizá el profesor puede ser una persona muy importante por algunos estudiantes, entonces es importante que el profesor esté interesado en los alumnos y intenta tener una buena relación con los alumnos pero sin perder su rol como profesor. Con esa mente abierta el trabajo como profesor sería mas divertido y los profesores habrían sentido menos estrés también.
Los 7 consejos me han parecido muy prácticos. La verdad es que a parte de intentar usarlos durante las clases, lo que realmente permite superar esos nervios y, por lo general, dar lo mejor de uno mismo, resulta ser dando clases. A pesar de que depende de la persona, en mi opinión, los puntos más importantes para mí han sido el número 5 y el 7. Es decir, no juzgar a nadie y, por otro lado, agradecer la experiencia tenemos cada día, ya sea por enseñar o por aprender, ambas son emocionantes e igualmente importantes. Muchas gracias por la entrada.
Un saludo.
Todos consejos muy buenos. Ojalá un día todo el mundo viera la importancia de l@s profesores, son ellos que forman el futuro de cada país (digo ellos porque aún no soy profesor, me quedan unos años en la universidad). Una cosa fundamental es mantener un ambiente seguro y relajado en la clase. Especialmente cuando un alumno aprende una nueva lengua, le cuesta mucho hablar porque le da vergüenza y miedo de equivocarse. En una clase relajado y permisivo cada alumno se puede sentir seguro y participar en mayor medida.
También me gusta mucho esta idea de que todos somos personas, y que no deberíamos tener una relación muy estricta como profesor-alumno. Un profesor que muestra interés en el desarrollo de cada uno de los estudiantes no solo logrará resultados mejores, sino también va a ser recordado como uno de las mejores fuentes de inspiración que han tenido los alumnos. Todos tenemos una/unas profesoras favoritas de nuestro tiempo en la escuela, ¿no? Y nunca las olvidaremos.
No voy a comentar todos los consejos, pero quiero decir muchas gracias por compartirlos con nosotros. Seguro que voy a adoptarlos todos cuando sea profesor.
Totalmente de acuerdo en la importancia y la responsabilidad del profesor en el aula y de lo que este mismo transmite al estudiante en clase. Crear esas relaciones personales al inicio me parece clave para comenzar con buen pie la clase. Todas las personas del aula por muy diferentes que parezcan tienen un objetivo en común, y es que esa clase sea satisfactoria y efectiva tanto para los propios estudiantes como para el profesor. Sin duda un artículo que te hace reflexionar como docente y sobre tu actitud en el aula. Gracias.
Me ha encantado el artículo porque estoy totalmente convencida de que todos estos consejos son absolutamente necesario no solo para ser un buen profesor, sino para ser un buen trabajador en cualquier ámbito. Personalmente me parece una filosofía de vida que se acerca mucho a la que intento llevar en mi día a día.
El punto donde soy más débil quizás sea en el de no etiquetar o prejuzgar, pero al ser consciente de que es algo que me pasa con frecuencia intento no hacerle demasiado caso a mis primeras impresiones y como dice el artículo dar segundas oportunidades a todo el mundo. Ser consciente de tus errores es el primer paso para corregirlos.
«Respeto y estima» versus «apatía y desánimo» es la frase que mejor resume esta idea.
Me gustan mucho los consejos. Creo que no debe ser fácil llegar a dominarlos pero una vez conseguido deben dar una concepción de la clase y de ti mismo completamente distinta, más fluida.
Me encanta lo de que antes de profesores y alumnos somos personas.
Los consejos son 100% aplicables a las clases! Próxima vez en alguna clase por la mañana intentaré controlar mi respiración, a ver si me ayuda!
Me gustó mucho la frase que «unas veces tenemos éxito y otras aprendemos» que también es muy positiva, cada uno puede cometer errores, pero así se aprende.
Gracias por estos valiosos consejos. Los voy a seguir. Me gusta mucho la idea del aula como espacio para compartir “momentos de vida” y de ahí la importancia de cuidar nuestra forma de ESTAR PRESENTE, con consciencia, orientada al servicio y con agradecimiento sincero.
Estoy totalmente de acuerdo con todo esto, pero más los puntos 2 y 6 en este artículo.
Se puede dar tanta alegría y afectar a los alumnos en una manera positiva solo de hablar sobre cosas positivas. Psicología básica. Si entras en una aula y estas de mal humor, pero el profesor te hace olvidar de esto, vas a pensar en la clase como algo positivo. Crea un ambiente más agradable y cuando estés de bien humor, estés más receptivo de aprender. Esto creo yo, por lo menos. 🙂
También, me ha gustado mucho esta frase:
«…unas veces tenemos éxito y otras aprendemos.»