1. Relájate y sonríe. Estar relajados es imprescindible para dar lo mejor de nosotros mismos. Nos ayuda a estar más atentos a nuestros alumnos, a escucharlos más y mejor, a dar mejores explicaciones, a transmitirles confianza y cercanía.
¿Te cuesta relajarte? ¿Por qué no pruebas las respiraciones abdominales? Además, cuando soltamos las tensiones sonreímos más; la sonrisa es un lenguaje universal y nuestra mejor tarjeta de presentación. Incluso se dice que puede tener un efecto terapéutico.
2. Cuida los gestos, investiga su significado en otras culturas. Si tenemos en cuenta que la comunicación no verbal (CNV) es la que más información transmite en una comunicación, debemos ser especialmente cuidadosos con este tema y dedicarle espacio en tus clases.
Nuestras expresiones y gestos constituyen un sistema de señales conocido y usado por los miembros del grupo pero que pueden ser opacos o contradictorios para los pertenecientes a otras comunidades. Los gestos tienen distintos significados según las diferentes culturas.
Por ejemplo, el movimiento de la cabeza de arriba a abajo no siempre se traduce por una afirmación, es más, en algunos lugares puede enviar el mensaje contrario. Es por esto por lo que el análisis y la enseñanza de la CNV anticipa problemas en el aula y evita los malentendidos y los juicios erróneos fuera de ella.
3. Sé paciente con tus alumnos y con el tiempo que les lleva aprender. Reconoce su derecho a aprender equivocándose. Es imposible aprender nada sin errar; nuestra experiencia vital así nos lo dice. Es un derecho de cada alumno que debemos reconocer y hacer respetar.
Además, recuerda que todos tenemos un ritmo de aprendizaje diferente y que cada uno de nosotros aprendemos aspectos diferentes en cada ocasión.
4. Valora sus avances. Anímalos destacando aspectos positivos. [Tweet «Aprender un nuevo idioma es un gran reto cognitivo y afectivo.»] Iniciar este viaje produce no pocas inseguridades, así las palabras de aliento y estímulo de los profesores ayudan a los alumnos a reconocer y valorar sus propios logros, a motivarse y a conocer las distintas etapas del proceso de aprendizaje. Siempre, aunque a veces no lo parezca, estamos aprendiendo y avanzando.
5. Motívalos proponiéndoles temas y tareas de su interés y actividades útiles y significativas. Muchos autores afirman que: “La falta de interés en el tema repercute negativamente en la comprensión” y por lo tanto en el aprendizaje. Si esta máxima es cierta, y creemos que lo es, tendremos que asegurarnos de que todos los temas que llevamos al aula responden a una necesidad o a un interés real de nuestros alumnos, así nos aseguramos contar con el corazón del aprendizaje: la motivación.
6. Respeta su estilo de aprendizaje. Hay muchas formas diferentes de aprender y todas son válidas. Los estilos de aprendizaje son “las preferencias y tendencias altamente individualizadas de una persona que influyen en su aprendizaje”. Cada aprendiente usa unas herramientas distintas para aproximarse a la información y estas pueden no coincidir con las de sus compañeros o con las de su profesor.
Algunos docentes suelen valorar excesivamente a los alumnos que coinciden con su propio estilo de aprendizaje y no comprender suficientemente a los alumnos que muestran uno contrario. Averigua qué tipo de alumno eres tú, qué tipo de alumnos tienes y a partir de ahí, propongamos tareas respetuosas que integren todos los estilos en el aula.
7. Conoce a tus alumnos. El éxito en el proceso de aprendizaje y enseñanza depende en gran medida de este consejo. Cada persona trae al aula un bagaje diferente: unos valores, unas creencias, unas inquietudes, unas expectativas, etc. Conocer a nuestros estudiantes y favorecer que se conozcan entre sí nos ayudará a ayudarlos a aprender y a conseguir sus propias metas.

Reyes Ortega
Profesora de español y formadora de profesores, CLIC IH Sevilla
Licenciada en Geografía e Historia y Máster de ELE por la universidad de Barcelona. Formadora de profesores y profesora en el máster de ELE de la universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Autora de materiales didácticos para formacionele.com.
Si quieres, puedes leer otras contribuciones suyas en este blog.
Creo que no son meros consejos, debería ser el ABC de cualquier persona que se dedique a cualquier tipo de docencia. La empatía profesor-alumno y viceversa es fundamental. Cualquiera de nosotros en nuestro camino de enseñanza recordamos a ese profesor que era sincero, empático, que sonreía, que te preguntaba or tus aficiones o incluso te recomendaba un libro o una peli «que te iba a gustar» por encima de aquellos que llegaban a clase, la daban y se iban.
El clima de un aula es fundamental para desarrollarte como alumno. Permitiendo con estos consejos al tímido hablar, al más avanzado ayudar al rezagado y sobretodo, a tener confianza en el profesor, preguntar sin miedo y sacar el mayor provecho de una clase sin ser conscientes de ello.
Realmente espero tenerlos siempre presentes a la hora de abrir una puerta de un aula y ver por primera vez a mis alumnos
Son siete consejos muy concretos y palpables. No se andan por las ramas sino que se ve que están redactados “desde la arena” de un aula. Pero hay dos en concreto que me parecen los más importantes: la paciencia y la comunicación no verbal.
La paciencia porque no es un extra en esta labor, sino algo elemental, básico, primario… sin lo que podemos incluso frustrar deseos.
Por otra parte, la comunicación no verbal la veo como algo que va en nosotros y que muy difícilmente podemos domesticar. Normalmente puedo controlar la lengua cuando algo nos incomoda, pero qué más da, si mi cara es un libro abierto.
Ambos aspectos me parecen de vital importancia a la hora de ponernos en situación ante una clase.
Encuentro muy interesante esta entrada del blog y estoy, por lo general, de acuerdo con todos los puntos mencionados, en especial con el primero y tercero de ellos. Sin embargo, con el que estoy más en desacuerdo es el sexto: respeta su estilo de aprendizaje. Está claro que nosotros como docentes tenemos que amoldarnos a las necesidades de nuestros alumnos, aunque considero que esto debe ser así hasta cierto punto. Debemos mostrar una serie de pautas que sea el camino a seguir o, al menos, dárselas a conocer. Es cierto que lo importante es aprender, indiferentemente del camino escogido para hacerlo, pero facilitar y guiar a los alumnos, mostrandoles el camino y la forma creo que es nuestra obligación como docentes.
Muy interesante el artículo. Los siete puntos me parecen capitales para crear un ambiente de confianza, en el que tanto el docente como el alumnado se sientan cómodos y relajados, disfrutando la experiencia de aprender y enseñar.
Muy útil y muy cierto, sobre todo el tema de los gestos. Es importante tener una neutralidad a la hora de usar determinados gestos pues pueden ser muy confusos. Todos estos consejos intentan crear el ambiente perfecto en una clase,para que todos se sientan bienvenidos y no haya tensiones entre los alumnos y el profesor. Ser paciente es esencial en el aprendizaje de cualquier idioma y entender que cada persona posee un ritmo distinto de aprendizaje. Y por supuesto mantener la motivación del alumno es crucial!
Estos siete puntos me parecen básicos para crear un buen ambiente de aprendizaje.
Las emociones, son muy importantes. Saber detectarlas y gestionarlas es todavía una asignatura pendiente. En este caso la emociones positivas, desempeñan un papel crucial en el aprendizaje. Si estamos a gusto, cómodos y contentos, digamos que nuestra predisposición hacia el aprendizaje es mejor.
Parte de ese buen clima reside en la responsabilidad que tiene el profesor de: adaptar las clases a las características del alumnado, a sus necesidades y personalizar las clases.
Es muy importante es conectar con la parte emocional del alumno.
Cuando los alumnos sienten estos siete puntos en clase, el feedback es mayor.
Al hilo de estos siete puntos, a mi también me gusta cuando vas a hacer una corrección, es primero ensalzar un punto fuerte y después hacer la corrección.
Muy interesante la entrada. Gracias por la reflexión.
Excelentes consejos, me llamo la atención especialmente el cual nos dice que tengamos en cuenta los gestos que realizamos durante la clase ya que pueden significar algo diferente en otras culturas, algo tan simple que al menos personalmente no se me había ocurrido y puede repercutir en el desarrollo de la clase.
La afectividad del docente tiene relación directa con la efectividad de sus clases. Estos 7 puntos son la clave para tener éxito en la relación con tus alumnos, algo básico y fundamental para realizar buenas sesiones y que el trabajo de ambos sea más fácil y eficaz. El hecho de que la figura que tienen delante y los guía sea una persona sonriente y cercana, transmite un ambiente más cálido y relajado en el que el alumno siente más seguridad y menos miedo. Conocer al alumno, hacerlo sentir parte de la clase, adaptarnos a su ritmo de aprendizaje y respetarlo y valorar sus avances, todo forma parte de un puzzle donde ninguna pieza es (o no debería ser) menos importante que otra dentro de un aula.
Es interesante cómo se ha dejado de lado la comunicación no verbal y la inteligencia emocional desde siempre en las aulas. Al fin y al cabo son relaciones humanas lo que hay dentro de una clase, y buena parte de la comunicación se basa en saber qué expresas con tu cuerpo. Pasar por alto esto es un grave error y por desgracia se sigue viendo en la docencia. Hay que romper ese abismo tradicional entre alumno y profesor, empatizar e interesarse por ellos. Por suerte son cada vez más los docentes que se humanizan y buscan nuevas formas de enseñanza.
Los tiempos cambian y esta constante evolución afecta a todos los niveles y acciones. La docencia no iba a ser diferente y más cuando cada día la formación es un factor más fundamental tanto a nivel personal como de cara al mercado laboral. Es por ello tan importante el continuo análisis de las formas de ejercer la docencia en busca de una constante adaptación que mejore los resultados en todos los aspectos. Esta entrada tan interesante y más aún al inicio del curso, me trae a la mente en todo momento la palabra EMPATÍA, conectar con los alumnos a través del análisis de las circunstancias de cada uno de ellos y potenciando la creación de un ambiente en el que todo el mundo se sienta bien tanto individual como colectivamente para así conseguir los objetivos.
¡Qué buenos consejos! ¡¡Gracias!! Y qué diferentes a los recibidos en el siglo pasado… 🙂
Hacen del aula un espacio para compartir y aprender mientras se enseña. Paciencia, respeto y sobre todo observación de las personas con las que compartes inquietudes e intereses me parecen clave, además de la sonrisa, por supuesto. ¡Siempre una sonrisa a mano, por favor! 😀
Totalmente de acuerdo, ahora habrá que ver cómo de conscientes somos al aplicar estos puntos en una clase real.
En cuanto a tratar temas que interesan a los alumnos, considero que el tema en sí puede facilitar la motivación, pero el enfoque que se le dé y la participación de los alumnos es imprescindible. Si el enseñante lo trata con pasión, un tema anodino puede llegar a ser interesante e incluso divertido. Que una sonrisa abre muchas puertas es algo en lo que creo firmemente. Relaja tensiones y predispone positivamente a las personas.
Otro punto que me ha parecido muy pero muy importante es respetar los tiempos y estilos de aprendizaje de cada alumno. No creo que resulte sencillo conciliar varios estilos los integrantes de un mismo grupo. Imagino que la práctica te va aportando recursos para ello, pero me encantaría conseguirlo.
Algo en lo que no se suele hacer suficiente hincapié en el aula es en respetar el estilo de aprendizaje de cada alumno, sino que se imponen a veces los mismos tipos de actividades para todo. Desde luego, un punto esencial a tener en cuenta
7 buenos consejos que espero saber poner en práctica con alumnos, compañeros, clientes, jefes, familia y por qué no, también conmigo mismo.
Gracias Reyes.
Me ha encantado el artículo, muchas gracias Reyes por compartir tu experiencia con nosotros. Hoy ha sido mi primer día del curso cómo futura profesora de Español como lengua extranjera y estoy algo nerviosa ya que no tengo experiencia alguna en docencia y la semana que viene empezamos las clases prácticas, pero a la vez estoy emocionada por el nuevo reto que se me presenta y del que seguro que aprenderé mucho, tanto de los alumnos, tutores, como de mis compañeros de los que tengo una buenísima impresión.
En general cada punto de este post es fundamental e indispensable, y creo que muchos profesores deberían aplicarlos en sus aulas. Conceptos como la empatía, la paciencia, el respeto…son la base para una buena relación profesor-alumno, que se ve mejorada cuándo además se suma el conocimiento del alumno por el profesor ya que con ello se asegura que el alumno se sienta relajado y cómodo en clase, lo que se traducirá en un aprendizaje más rápido y eficaz. Otro punto a resaltar es valorar los avances obtenidos y saber destacar los errores de forma constructiva y no destructiva, con el objetivo de una mejora y aumento en la motivación por espíritu de superación. Pues nada, aplicaremos los consejos 😉 y cuándo me sienta nerviosilla… a controlar la respiración y sonreir! Gracias! Anabel
Genial el articulo y los consejos. Lo que me parece lo más llamativa del articulo es que cada uno de estos es no sólo «algo para tener en cuenta» sino también una capacidad compleja para desarrollar. A mi, por ejemplo, me dificulta mucho sonreír y relajar frente a un grupo de gente mirándome- me va a tocar practicarlo mucho. También me imagino que saber enseñar para todos tipos de aprendientes y saber desarrollar «tareas respetuosas que integren todos los estilos en el aula» es mucho trabajo y exige bastante experiencia. Bueno, por eso el curso de formación ;). ¡vamos!
Tras la lectura de este articulo queda bien patente que la enseñanza no se resume en una mera transmisión de conocimientos del profesor al alumnado. La calidad de este proceso conlleva la suma de muchos otros factores, que aunque aparentemente son intangibles, sin duda está de nuestra mano el poder utilizarlos como recursos para crear un clima mas propicio en el proceso educativo.
Cercanía, motivación, aceptación de la diversidad de estilos, conocimiento de las inquietudes del alumnado e incluso la posición y hábito de sonreir del profesor, son factores que aumentan el rendimiento y generan confianza en el otro, lo que sin duda es el camino del éxito.
Con el control de estos aspectos,conseguiremos un clima afectivo que propicie la asimilación real de los nuevos conocimientos, creando entornos mas participativos donde las nuevas informaciones puedan ser aplicadas de forma efectiva.
Un entorno donde la empatía y la sensación de seguridad son banderas siempre es un buen lugar donde aprender.
En todo proceso educativo no sólo se realizan cambios en el alumno sino tb en el que enseña,lo que sin duda es una gran suerte, ya que es una forma de nutrir, mantener viva y de continuar evolucionando en la hermosa tarea de enseñar.
Gracias por compartirlo!!!
Factores súper importantes a tener en cuenta:
+ Diferencias culturales entre el español y las lenguas propias de cada alumno así como aquellas en la comunicación no verbal. Parece mentira que puedan existir malentendidos en aspectos tan básicos como una mirada de aprobación, un gesto, etc.
+ Refuerzos positivos. A pesar de estar acostumbrados a que nos recalquen constantemente en lo que estamos errando.
+ Respetar los tiempo y los métodos de aprendizaje de cada alumno.
+ Sentirse calmado y transmitir seguridad y motivación por lo que uno está haciendo. Si existe una desconexión entre nosotros y lo que intentamos transmitir existirá una posibilidad muy baja de que el alumno lo reciba de buena gana.
Se intentará implementar todo. Poco a poco. Qui va piano va lontano.
Artículo y reflexiones muy interesantes sobre aspectos de esos «intangibles» que normalmente pasan desapercibidos bien por su desconomiento, falta de creencia en su poder y/o preferencia por métodos más arraigados en la exigencia continua y una distancia enorme entre el profesor y sus alumnos.
Es cierto que en muchas ocasiones no somos conscientes del «calado» que determinadas expresiones, reacciones y el lenguaje no verbal de los profesionales de la enseñanza puedan tener en los alumnos. Y ello obviamente es también visible en otros muchos aspectos de nuestra vida diaria. Pero centrándonos en el campo de la formación, seguro que todos recordamos algún profesor que por algún motivo, muchas veces extra académico nos ha marcado para bien o desafortunadamente para mal.
En mi caso, no puedo opinar como profesional de la enseñanza ya que apenas estoy comenzando mis primeros pasos en este apasionante mundo pero sí puedo compartir mi visión como alumna de distintas lenguas, en distintos momentos de mi vida (con la evolución en los métodos de enseñanza que ello supone) y tanto en un contexto nacional como internacional.
En mi opinión, el aprendizaje de un idioma especialmente en sus niveles iniciales puede ser en cierto punto ingrato, por el esfuerzo y trabajo que conlleva. No obstante, cuando el alumno es consciente de su trabajo, su progresión y tiene una motivación e ilusión por el aprendizaje los resultados pueden ser muy distintos y los tiempos de aprendizaje se acortan. Esto por cierto creo que es uno de los factores mas desmotivadores para un alumno, sentir que pasa el tiempo y tú estás estancado en el mismo nivel.
En este sentido, creo que la figura del profesor como persona guía, de referencia, capaz de hacer sentir protagonistas a todos los alumnos, que todos ellos se sientan valorados e involucrados puede facilitar muy mucho el buen ambiente y en consecuencia el aprendizaje de la lengua en cuestión. Para ello la capacidad de escucha, de empatizar y ponerte en el lugar de los alumno me parece un ejercicio muy necesario.
Contenidos metodológicos aparte, considero vital trabajar también en el componente afectivo en el aula. Creo fielmente que todos los alumnos tienen capacidad para aprender una lengua, quizás con distintas herramientas y ritmos diferentes y es tarea del profesor saber las mejores técnicas para cada uno de ellos. Por encima de todo, trabajar la confianza y motivación. Aquí me gustaría resaltar un par de frases de una antigua profesora que cada vez que nos atascábamos nos hacía decir: «sí sé, sí puedo»; «menos es más» «todo vale». Frases que me siguen acompañando en muchos ámbitos de mi vida y hacen que mi actitud ante los retos esté llena de confianza, ilusión y sin temor a equivocarme.
Los siete consejos me han parecido muy interesantes, sobre todo para aquellos que nunca han ejercido la docencia, como es mi caso, y están aprendiendo a cómo ejercerla. Desconocía el método de las respiraciones abdominales para calmar los nervios, pero desde hoy voy a empezar a practicarlo.
Resaltar la frase “es imposible aprender sin errar”. Considero que el error es un factor necesario para aprender una lengua. El respetar el estilo de aprendizaje del alumno me parece algo muy importante. Se debe tener cierta empatía con los alumnos e interesarse por sus necesidades. En todos mis años de estudio ningún profesor se molestó en preguntarnos si el método que iba a utilizar en la clase nos parecía correcto o si debíamos cambiar algo. No teníamos opción de negociar como podría impartir la clase para favorecer el aprendizaje de los alumnos. Ahora todo está cambiando y se da mucha más importancia a la opinión del alumno en cuanto a la forma de aprender una lengua. Ya que uno de los objetivos de la educación es enseñarnos a ser personas autónomas en cuanto a ideas y propósitos.
Muchas gracias.
Antes de todo, me gustaría darte las gracias por estos 7 consejos tan úiles, estoy de acuerdo con mis compañeros, los 7 son muy interesantes e importantes, sobre todo a quienes no tenemos tanta experiencia o ninguna en la docencia.
Aparece una palabra que me gusta muchísimo «Sonreír, «Una sonrisa significa mucho. Enriquece a quien la recibe; sin empobrecer a quien la ofrece. Dura un segundo pero su recuerdo, a veces, nunca se borra».
Me quedo con la frase de Borja «La sonrisa mueve montanas», Cynthia «La sonrisa es el idioma mas bonito del mundo», Alejandro «Una sonrisa puede mover fronteras»
Otro punto bastante importante entre los mencionados, es «conocer a nuestros alumnos» investigar su lenguaje no verbal, interesarnos y saber sus gustos para impartir clases que les resulten más amenas y divertidas y así motivarlos.
Espero estar al nivel la próxima semana y por supuesto pondré en práctica todos los puntos!
De nuevo muchas gracias por compartirlo con nosotros!
Todos los apartados aquí descritos me parecen fundamentales para un desempeño óptimo de tu trabajo. El artículo es muy útil y práctico y nos facilita que la relación profesor-alumno se vaya consolidando y goce de buena salud y sintonía.
La sonrisa mueve montañas y me parece el mejor punto de partida para romper el hielo y transmitirles cercanía y complicidad; liberarlos y destensarlos se me antoja esencial para que ofrezcan su máximo rendimiento.
Por otra parte, el lenguaje corporal puede ser un refuerzo para el aprendizaje probablemente como ningún otro, pero también puede ser un arma de doble filo. Existen distintos códigos para interpretar los gestos y si no es algo muy muy evidente, soy partidario de no recrearse demasiado en su utilización.
La paciencia, la empatía, la flexibilidad, la consideración, etcétera, también me parecen cualidades cruciales; habrá alumnos más pausados y otros más rápidos y con más determinación, unos más tímidos y otros más risueños y decididos, unos muy buenos y otros no tanto. Un trato equitativo, tolerante y respetuoso asegurará un gran ambiente de trabajo y colaboración.
Gracias por compartirlo.
Gracias por estos 7 consejos! Sin duda a tenerlos en cuenta a la hora de ponernos delante de nuestros alumnos. Hago especial mención al número 2: Cuidado con los gestos! Nos parece algo tan normal que los gestos que nosotros utilizamos son globalmente conocidos, cuando la realidad como bien dices es que pueden distar mucho según qué cultura. Aunque estoy totalmente de acuerdo en que una sonrisa es universal y creará confianza y cercanía en el aula.
Estos puntos, junto con los del artículo » 7 Consejos para estar más presente en el aula» se van a convertir en mi decálogo a recordar antes de dar cada clase. Totalmente de acuerdo en cada uno de sus puntos y sorprendida por no haber pensado antes en los distintos tipos de aprendizaje según las personas ni en qué tipo de enseñanza me centro yo. Intentaré estar atenta a esto y refelexionar sobre esto.
Con respecto a los posibles malentendidos de la comunicación no verbal, es cierto que todos hemos sufrido alguno alguna vez. Yo por ejemplo suelo tocar los brazos de las personas con las que hablo, y he de mentalizarme en no hacerlo en personas de otras culturas que quizás lo vean como una falta de respeto.
La sonrisa, la paciencia, la motivación, el buscar temas de su interés y el conocimiento del alumno los veo fundamentales en un buen profesor.
Me parecen consejos muy útiles y me encanta que sean llevados desde una óptica positiva. Todos a tener muy en cuenta. Me ha parecido muy interesante el uso del lenguaje corporal y los distintos significados que puede tener según la cultura, habrá que investigar. Me parece fundamental recordar la paciencia y valorar los progresos del alumno. Espero poder llevarlas a cabo ya que creo que pueden ser una gran experiencia personal.
Me parecen consejos tan sencillos como fundamentales (a veces olvidamos precisamente eso: lo más sencillo). Sonreír y animar a los alumnos con refuerzo positivo es esencial en el aula. Me ha parecido especialmente interesante la apreciación sobre los gestos, ya que es cierto que nos encontramos frente a diversas culturas con sus propios códigos y debemos tenerlo en cuenta. En mis futuras clases espero poder aprender y atender a esas códigos culturales para evitar confusiones y enriquecerme al mismo tiempo.
Todos los consejos merecen estar aquí y son muy buenos! Hasta trabajando solo con rusos he tenido momentos de incertidumbres con los gestos (he hecho el gesto español de «mucho» explicando la palabra «abarrotado», y mi alumna pensó que significaba «cangrejo»). Puedo imaginar cuantas veces eso puede pasar con los extranjeros!
Estoy de acuerdo que el número uno de los consejos es sonreír. Con un profesor positivo los alumnos van a querer seguir hasta después de aprender lo que planeaban.
Interesante artículo con 7 consejos fundamentales para ser más efectivos y afectivos. En mi opinión la clave efectiva esta en reconocernos dentro del aula como un apoyo para el alumno, aportando autonomía, valorando la calidad del proceso mas que la meta en sí, no buscando estrictamente la excelencia sino ayudar al alumno a saber proyectar la lengua meta como un disfrute de un proceso comunicativo en evolución.
La parte afectiva la ubico más con los requisitos que debe tener un profesor ELE, como la interiorización intercultural, la capacidad de ver y respetar el relativismo cultural que envuelve a un contexto protagonizado por multiples nacionalidades, los estilos comunicativos, etc.
Todos y cada uno de estos puntos son aspectos muy importantes a tener en cuenta a la hora de impartir una clase y Reyes lo demuestra día a día con nosotros. Son puntos que deberíamos interiorizar y llevar a clase. Es cierto que una sonrisa puede abrir puertas, y me parece una manera muy bonita para llegar a los estudiantes. Estar relajados es algo fundamental para poder llevar una clase, para que tus alumnos reciban tu atención y tu ayuda al completo, y poder gestionar una clase teniendo en cuenta tantos factores.
Después las primeras clases, vamos viendo como vamos evolucionando poco a poco y cómo vamos asimilando conceptos, ideas y actitudes que el primer día se nos hacía un mundo. Nunca imaginaría que algo tan simple como valorar los avances de los alumnos o preguntarle por temas que les interesen marcaría un cambio tan grande dentro del aula.
Espero guardarme cada una de las cosas que Reyes comparte con nosotros y poder llegar a ponerlas todas en práctica algún día. ¡Muchas gracias!
Después de mi primera clase práctica en el curso, he sido aún más consciente de lo difícil que es llevar una clase, aunque sea sólo durante 45 minutos. Si hablamos de un curso entero, estas recomendaciones deberían convertirse en pilares indispensables para el transcurso de cada clase. No creo que sea posible dirigir un curso de forma comunicativa y cercana de otra manera.
Muchas gracias a su autora. Procuraré leer las recomendaciones de nuevo antes de cada clase práctica.
¡Gracias por estos siete consejos! Todos me resultan muy necesarios e interesantes. Al verlos tan sintetizados pensé “qué bien, cuánto van a facilitarme puesta en escena” y así es…pero además se me ha generado un interrogante…¿cuál es mi estilo de aprendizaje? Así que ahora tengo más tarea: conocerme mejor en este aspecto, para comprender y respetar el estilo propio de cada alumno y así mejorar mi actividad a la hora de “proponer las tareas respetuosas que integren todos los estilos en el aula”.
Definitiva mente, siete puntos a memorizar y sobre todo, a aplicar en toda clase que se precie.
El tratar a las personas como tales, a veces queda en segundo plano, cuando es lo más importante.
Por otra parte, la sonrisa y la buena predisposición es esencial para crear un clima agradable en el aula y hacer de ese lugar, un sitio donde apetece estar.
Debemos ser conscientes de que esta profesión es meramente multicultural, por lo cual se hace necesario tener esa curiosidad por otras lenguas y culturas. Así podremos ser más empáticos y sabremos comprender mejor a los estudiantes, para satisfacer sus necesidades en la medida de lo posible.
Para terminar, el punto de «respeta su estilo de aprendizaje» me parece algo tan obvio como poco frecuente en las aulas. Hay que ser tolerantes, comprensivos y respetuosos, pues un profesor de español no es un juez, sino una persona al servicio de otras.
Reyes, gracias por compartir tus conocimientos con nosotros.
* Definitivamente
Tras la lectura de este artículo y tras tener a Reyes como profesora del curso de formación de profesores de español como lengua extranjera, puedo decir que todos y cada uno de los aspectos redactados en el presente post y explicados en clase son esenciales para llevar a cabo una clase de idiomas.
Hoy, 08 de agosto, ha sido nuestra primera experiencia como profesores de español, hoy, ha sido el momento de poner en práctica todo lo aprendido en una semana y, sinceramente, no nos ha podido ir mejor. Hemos intentado hacerlo lo mejor posible y siempre teniendo en cuenta los consejos que nos ha dado Reyes. Jamás me había parado a pensar en la importancia que tiene conocer a los alumnos, motivarlos, el respeto de su cultura y sobre todo de la forma que tienen de aprender, pero sobre todo, el aspecto que más relevancia tiene (al menos para mí) es la sonrisa y es que es verdad eso que dicen de que «la sonrisa es el idioma más bonito del mundo».
Tras leer este post de Reyes en CLIC IH, y como alumna suya, he de decir que puedo confirmar que si aplicas estos siete consejos, una clase se convertirá en algo más que un simple lugar al que ir y aprender. Se convertirá en un espacio donde compartes tu tiempo con tus alumnos y un lugar del cual sales enriquecido tanto a nivel personal como intelectual. El factor de sonreír y relajarte es esencial ya que lo que trasmites a tus alumnos es lo que ellos te devolverán a ti, y a sus compañeros. De esta forma también si te ven actuar con energía, ellos reaccionarán igual.
Otro punto que me parece bastante importante entre los mencionados, es el de aprender que cada cultura es un mundo y por ello debemos investigar su lenguaje no verbal y ofrecerles también, ya sea por cultura o gustos de cada alumno, tratar temas de sus intereses para que las clases sean más interesantes y amenas para ellos.
En general cada punto de este post es esencial y creo que muchos profesores y profesoras deberían aplicarlos en sus aulas. Para aquellos que nos encontramos en formación como profesor/a debemos convertirlos en nuestra base, para así comenzar desde el principio a trabajar en sintonía con nuestros alumnos y convertir nuestro trabajo en una pasión diaria.
Interesante por supuesto, pero real y al mismo tiempo sencillo. ¿Como iba a ser si no?. El respeto es la base de todo y una sonrisa puede romper fronteras. Es importante sin duda saber como tratar con respeto a otra persona que no sea de tu misma condición ni cultura. Me encanta eso de valorar los esfuerzos de cada persona, en ocasiones es el empuje necesario. En definitiva un articulo útil y práctico que te abre muchas puertas si se usa adecuadamente.
Muy memorable todo esto, y interesante.
Creo que pueda ser fácil olvidarse de que todos no aprende como tú. Cuando uno hace tareas para los alumnos es importante recordarse de esto, para que todos aprendan más y no sólo los alumnos que aprendan como tú. 🙂
Gracias por el aviso, José Luiis. Lo cambiamos, por supuesto.
Me ha encantado el artículo, muchas gracias por compartirlo.
Si pudierais cambiar la palabra relátaje por relájate en la primera frase del texto…
Que tengan un buen día.
Los siete puntos son muy importantes y creo que en ocasiones nos pueden llegar a confundir algunas cosas como un simple saludo de manos.En Latinoamérica puede ser que te saluden con apenas un roce y-o ambas manos.
Lo cual se podría interpretar por otras culturas como:falta de autoconfianza, deshonestidad,debilidad, etc.
Sin embargo solo puede tratarse de cordialidad.
Saludos.
Que importantes todos Los aspectos!!!!