En cualquier proceso de enseñanza una parte fundamental del éxito reside en la calidad de las instrucciones de las actividades. De nada nos servirá una planificación maravillosa de actividades atractivas y sugerentes si no sabemos transmitir adecuadamente a los aprendientes lo que tienen que hacer.
Por otra parte, no olvidemos que, como docentes de una segunda lengua, trabajamos con procesos de comunicación y nuestras instrucciones en el aula deben funcionar como un buen modelo de referencia.
Es por esto que nos ha parecido una buena idea compartir con vosotros siete consejos para trabajar mejor sobre esta habilidad:
- Sed claros. Cuando nos expresamos con claridad nos aseguramos que el mensaje llegue a participantes de todas las características. Es de agradecer en cualquier situación comunicativa.
- Dad instrucciones simples. Hay que transmitir todo lo que se tiene que decir de la manera más concisa y clara posible. De esta manera, evitad largas oraciones subordinadas y estructuras complejas. No olvidéis mencionar el objetivo de la actividad, la dinámica, el tipo de interacción y el tiempo necesario para realizarla.
- Sed breves. Con este principio facilitamos el proceso de comprensión. Repetir y alargar innecesariamente el mensaje sólo entorpece el entendimiento y obstaculiza el mantenimiento de la atención. Emplear más minutos de los necesarios no implica mejorar las instrucciones, ya que en la mayoría de los casos el efecto es el contrario.
- Ejemplificad y aportad modelos que faciliten la realización de la tarea. Para muchos estudiantes es más fácil entender qué se les pide cuando lo pueden ver en un ejemplo claro.
- Comprobad la comprensión. Debemos asegurarnos que toda la clase sabe lo que tiene que hacer. Así ahorramos tiempo y evitamos el riesgo de desorganización en el aula. Para comprobar, evitad las preguntas directas como ¿habéis comprendido? Esto no ayuda a saber si efectivamente lo han hecho.
- Aseguraos de la adecuación del lenguaje. Manteneos de pie para proyectar mejor la voz, elevad un poco el tono, sin exagerar, sed expresivos y realzad el mensaje con aportaciones extralingüísticas sin perder la naturalidad.
- Trasmitid seguridad. Si lo conseguís generaréis una corriente de confianza que nos ayudará a cumplir los objetivos marcados.
Para terminar, nos gustaría que reflexionarais sobre la importancia que tiene para todos nosotros recibir unas buenas instrucciones en nuestra propia lengua y en muchas situaciones de la vida cotidiana: explicar direcciones, directrices en reuniones de trabajo, instrucciones de uso de electrodomésticos, de montaje de muebles, de plataformas on line, juegos, recetas, etc.
Recordad cómo os sentís (desorientados, normalmente) cuando no recibís unas buenas instrucciones.
Créditos de la imagen de este artículo: Clic International House Cádiz.

Concha Wenger
Profesora de español y formadora de profesores, CLIC IH Cádiz
Concha es profesora de español y formadora de profesores en Clic International House Cádiz.
Si quieres, puedes leer otras contribuciones suyas en este blog.
Hola, Alberto:
para cuestiones de gestión de la clase (incluyendo dar instrucciones) te recomendamos el monográfico que dedicamos en Cuadernos de Didáctica de la editorial Difusión: https://www.difusion.com/tienda/gestion-aula-espanol/
Saludos y mucha suerte con tu TFM.
Gracias por el post. Me gustaría hacer mi TFM (Trabajo de fin de Master de profe de ELE) sobre gestión del aula y más concretamente sobre cómo dar instrucciones. Veo que este Post es del 2014, así que supongo que es bastante posible que no lean esto. Si no es el caso y lo leen, quería preguntarles ¿Conocen artículos de investigación que se refieran al hecho de dar instrucciones en clase (de ELE en mi caso)? Me serían muy útiles para ir perfilando mi pregunta de investigación.
Muchas gracias de antemano.
Saludos,
Alberto.
Muy útil y práctico el artículo. Optimizamos el tiempo,damos seguridad al alumno evitando confusiones, simplificamos la tarea y logramos el objetivo de la tarea de forma eficaz.
Muy útil, gracias. Ser calara y concisa en mis instrucciones es una de las cosas que más debo trabajar como futura profesora de español.
Totalmente de acuerdo, todos debemos trabajar en este sentido.
queísmo. Es la supresión indebida de una preposición (generalmente de) delante de la conjunción que, cuando la preposición viene exigida por alguna palabra del enunciado.
1. No debe suprimirse la preposición en los casos siguientes:
a) Con verbos pronominales que se construyen con un complemento de régimen: acordarse de algo, alegrarse de algo, arrepentirse de algo, fijarse en algo, olvidarse de algo, preocuparse de o por algo, etc.: Me alegro de que hayáis venido (no Me alegro que hayáis venido); Me olvidé de que tenía que llamarte (no Me olvidé que tenía que llamarte); Te preocupaste de o por que no pasáramos calamidades (no Te preocupaste que no pasáramos calamidades); Se acordaba de que en esa casa había vivido un amigo suyo (no Se acordaba que en esa casa había vivido un amigo suyo); Me fijé en que tenía manchas en la cara (no Me fijé que tenía manchas en la cara); No me acordé de que era tu cumpleaños (no No me acordé que era tu cumpleaños). Algunos de estos verbos, cuando se usan en forma no pronominal, se construyen sin preposición, pues, en ese caso, la oración subordinada ejerce de sujeto o de complemento directo: Me alegró que vinieras (no Me alegró de que vinieras); Olvidé que tenía que ir al dentista (no Olvidé de que tenía que ir al dentista) (→ dequeísmo, 1a y b).