En el Plan Curricular del Instituto Cervantes se define táctica pragmática como todo aquel recurso lingüístico concreto que sirve a los hablantes para modelizar y mostrar su actitud ante lo dicho y ante el interlocutor, en definitiva, para interactuar con los hablantes siguiendo unas normas básicas de cortesía estratégica. Así, cuando comenzamos un enunciado con “yo no es que tenga nada en contra, pero…” nuestro interlocutor, no solamente es consciente de las reticencias que tenemos ante un hecho sino también del cuidado que estoy poniendo en proteger su sensibilidad respecto al asunto en sí.
A pesar de su importancia, muchas de ellas resultan opacas para nuestros estudiantes y una de las razones es que subestimamos su valor como comodín de eficacia comunicativa para diferentes contextos y las relegamos al ámbito de lo anecdótico o de lo más estrictamente coloquial.
Es verdad que el componente estratégico las hace complejas y requieren un conocimiento muy amplio de la situación comunicativa: actitud hacia lo dicho, personalidad de los interlocutores, características del contexto… pero es cierto que algunas de ellas se podrían aprender como bloques cargados de expresividad para usar ya desde los niveles iniciales.
Aquí te dejamos 7 consejos para trabajar las tácticas pragmáticas en clase.
- Siempre que puedas, parte de textos auténticos o lo más cercanos posible a la realidad, sólo así infundiremos “verdad” y crearemos una necesidad adecuada. Algunas de las estrategias les son tan ajenas que necesitamos un contexto muy completo para que se percaten de ellas.
- La entonación y el lenguaje no verbal son elementos clave y están indisolublemente ligados a ellas. Intenta trabajarlos como un todo.
- Es importante que se trabajen en diferentes situaciones de uso, no es lo mismo intensificar o atenuar en una entrevista de trabajo que en una conversación coloquial. Debemos tener en cuenta también que se pueden trabajar como objetivo, pero también como complemento en cualquier momento de interacción.
- Recuerda que menos es más, es mejor trabajar pocos exponentes pero flexibles, que un abanico excesivo e inabarcable. Se pueden incluir en nuestro día a día de clase, en el aula se producen multitud de situaciones que favorecen su utilización.
- A veces seremos poco formales; es posible que se trabajen tácticas que resultan no normativas e incluso agramaticales.
- No es necesario esperar a niveles superiores para trabajarlas, hay estructuras muy sencillas y accesibles para los niveles iniciales.
- Por último, sé cauto. Un uso inadecuado de estos mecanismos puede poner en riesgo la imagen de nuestros estudiantes.

Juan de Dios López Rael
Profesor de español y formador de profesores , CLIC IH Sevilla
Licenciado en Filología Hispánica y Máster de ELE por la universidad Pablo de Olavide. Formador de profesores y tutor en línea de los cursos de formacionele.com.
Si quieres, puedes leer otras contribuciones suyas en este blog.
Bajo mi punto de vista, considero que el tema de la pragmática y la cortesía es uno de los puntos más interesantes en el ámbito de la enseñanza de lenguas. Y es que, además de enseñar una lengua determinada, es también parte del papel que desempeña un profesor transmitir la cultura que representa. Cuando, como docentes, tratamos con una cultura muy distinta a la nuestra, tenemos que tener presente que estas diferencias se pueden representar no solamente mediante elementos nacionales como fiestas, comida, tradiciones, etc., sino que también se puede observar a través las interacciones comunicativas, por medio del uso de la comunicación verbal y no verbal. En este punto, juega un papel fundamental la pragmática y, por tanto, la cortesía (tanto verbal como no verbal).
Es fundamental tener en cuenta que en muchas ocasiones son, no tanto los fallos lingüísticos, sino los pragmáticos, los que obstaculizan de mayor manera la integración en una sociedad ajena (que al fin y al cabo puede ser una de las finalidades de aprender una lengua extranjera). De esta manera, nuestro rol como docentes de lengua extranjera es también enseñar estos elementos pragmáticos propios de la lengua española. Para ello, estas siete claves que propone Juande son muy interesantes. Además, me gustaría añadir que creo de extrema importancia que, en la medida de lo posible, el profesor también se empape de los elementos culturales y pragmáticos, de cómo se dan interacciones sociales en un grupo determinado teniendo en cuenta factores como la cortesía o el turno de palabra (sobre todo en caso de dar clases a un grupo homogéneo en cuanto a nacionalidad), lo cual podría evitar ciertos problemas o malentendidos en la clase de ELE.
Muchas gracias por la entrada, es muy útil tener en cuenta todas las claves que has expuesto a la hora de hacer actividades centradas en la enseñanza de la pragmática.
Una vez leída la entrada, he podido ver varios puntos muy interesantes, uno de ellos el buen uso de la lengua y la entonación, ya que para los alumnos es algo bastante importante puesto que es una lengua nueva, además la facilidad para ellos de poder entendernos. Otro punto interesante es el usar estructuras sencillas y complejas en todos los niveles, ya que los alumnos deben estar informados de la lengua que están aprendiendo y familiarizarse con ella.
En definitiva, estoy bastante de acuerdo con la entrada, he podido ver varios consejos interesantes y atractivos que debemos tener en cuenta a la hora de impartir una clase de idioma.
Gracias por la entrada, me ha ayudado mucho.
Me parece muy interesante el hecho de trabajar con los alumnos la entonación y el lenguaje no verbal. En cuanto a la primera, descubren un mundo de diferencias de expresión entre una misma frase dicha de una forma o de otra.
Gracias
Es cierto que se subestima la importancia de estos recursos linguísticos, ya que se relacionan con un uso sólo «coloquial», pero en realidad están presentes en el día a día y entre todos los hablantes.
Por ello es cierto que es importante trabajar con los alumnos fomentando su utilización, creando diferentes situaciones en las que encaje este recurso tan cotidiano.
Es muy importante prestar especial atención al TONO que se va a usar según su contexto..
El Tono ma´emitido puede estropear la intención comunicativa, crear un malentendido o un conflicto entre interlocutor y emisor.
Creo que es imprescindible que el uso de estos recursos pragmáticos salga de forma natural, no forzada , y para ello el alumno deberá escuchar y observar su uso de forma continuada ,cotidiana y en diversas situaciones.
Debe entender completamente el significado y sentido pragmático de la expresión cuando la use. Además debe ir acompañada de apoyo gestual, visual o lenguaje no verbal.
Los elemento no verbales pueden ser diferentes en cada País,pero suelen tener un componente común universal, que unido a la kinesia, deja poca cabida a otra interpretación.
La acentuación es otro factor imprescindible , que podrá variar en personas de diferentes nacionalidades, pero también ha de compartir un elemento común que denota la intención del mensaje.
«A buen entendedor , pocas palabras bastan»!
Una entrada muy interesante Juan. Desde un principio, siempre he tenido en cuenta el punto número 1, ya que si no les acercamos a nuestra realidad continuarían con ideas erróneas sobre nosotros. La verdad es que me quedo con la número 5 y 6. Amoldar las actividades para los niveles más bajos es un hecho, y enseñarles la parte más informal de la lengua creo que añade la importancia de introducirlos un poco más en la forma de hablar de la calle. Teniendo en cuenta siempre con quien se habla, claro.
Gracias por la entrada, un saludo.